Después de tomar la decisión de experimentar una forma de vida esencialmente comunitaria, de crecimiento personal en el espejo contrastante del grupo, esta cuestión de la forma de propiedad o posesión de la tierra que van a compartir, es la primera de gran importancia a ser considerada por cualquiera de los grupos que se están planteando un proyecto ecoaldeano de carácter comunitario. Las estructuraciones–guía de Ecoaldeas que estamos sugiriendo desde este blog de intercambio de saberes y servicios, están basadas en experiencias reales en co-fundación de ecoaldeas desde hace 25 años.
DESCONOCER LA HISTORIA SIGNIFICA ESTAR PREDISPUESTO A REPETIR TODOS LOS ERRORES QUE ANTERIORMENTE COMETIERON OTROS QUE QUISIERON INVENTARLO TODO A PARTIR DE SU INEXPERIENCIA, POR UN LADO, Y DEL PREPOTENTE CONVENCIMIENTO, POR OTRO, DE QUE SE PUEDA CREAR ALGO NUEVO A PARTIR DE ANTIGUOS ESQUEMAS DE PENSAMIENTO…
LO NUEVO (Y EL APRENDIZAJE) SÓLO SURGE DE UN INTENSO CONTRASTE ENTRE LOS ANTIGUOS ESQUEMAS INICIALES DE CADA MIEMBRO DEL GRUPO INICIAL DE ECOALDEANOS (MÁS CADA UNO DE LOS QUE SE VA AGREGANDO A ÉL DURANTE EL PROCESO FORMATIVO)… HASTA QUE LOS ESQUEMAS RESULTANTES FINALMENTE ACEPTADOS POR TODOS RESULTEN CASI IRRECONOCIBLES PARA QUIEN COMENZÓ EL DEBATE CONVENCIDO DE QUE SUS GENIAL INTELIGENCIA Y EXPERIENCIA POSEÍA LA FÓRMULA MÁGICA Y EL PROYECTO IDEAL PARA LA CONSEGUIR LA MÁS CONSTRUCTIVA Y ARMONIOSA CONVIVENCIA.
NO EXISTEN FÓRMULAS MÁGICAS GENERALES A APLICAR, AUNQUE ES MUY SABIO PARTIR DEL ESTUDIO DE LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO ECOALDEANO PARA NO REPETIR ERRORES, A PARTIR DE ESTA REFLEXIÓN Y DE SUS CONCLUSIONES, CADA GRUPO TIENE QUE CONSTRUIR SU PROPIO ESTILO DE ECOALDEA A PARTIR DE LAS POTENCIALIDADES Y TALENTOS DE CADA MIEMBRO DEL MISMO Y DEL PARTICULAR TERRENO QUE SE ESCOGIÓ COMO ÁMBITO OPERACIONAL, Y DE LAS CIRCUNSTANCIAS QUE CONFORMAN EL RESTO DE LA SOCIEDAD ENVOLVENTE; CON LA CUAL SE INTERACTÚA CONTINUAMENTE.
FORMAS DESACONSEJADAS:
1- Iniciar la experiencia ecoaldeana en una finca de propiedad privada, que tiene un dueño y unos herederos legales, ya sea prestada, alquilada o en régimen de comodato. El valor del terreno se quintuplica tras tres años de actuaciones simples de un grupo mínimamente constructivo, pero éste acaba saliendo y todas las mejoras revirtiendo a los dueños de la tierra. Si el dueño es el fundador y el líder comunitario, forzosamente se creará allí una estructura de poder piramidal y autoritaria o, cuanto menos, paternalista, y se pierde el derecho a disentir con sus pareceres o formas de actuación, repitiéndose los viejos esquemas de colonización feudal o caciquil.
2- Comprar una finca entre varios aspirantes a conformar un proyecto comunitario y, seguidamente, lotearla y convertirla en un condominio de propiedades privadas, cada una con su título. Esa división en propiedades privadas ha conducido al fracaso de muchos emprendimientos, al acabar vendiéndose algunas de ellas , o la mayoría, a personas que no tenían afinidad con la propuesta comunitaria, y que acabaron por convertirla en un condominio vulgar, en el que permanecen, aislados, alguno de los fundadores, hasta que superan el apego a su casa, la venden y se van, si aún conservan su ideal, a cualquier ecoaldea comunitaria real, donde la tierra es común e indivisa y el acceso pasa por formas de selectividad que impidan la desvirtualización del proyecto.
3- Comprar un lote en una urbanización campestre que se está anunciando como ecoaldea, pero que, en realidad, no pasa de ser un mero condominio burgués, (aunque haya sido planificado y estructurado de la manera más ecológicamente correcta posible) que tiene como origen un emprendimiento inmobiliario de carácter comercial, dirigido por personas que nunca se coprometieron a vivir en él desarrollando un esquema de vida comunitaria entre iguales, sino que sólo están interesadas en vender lotes a quienes puedan pagarlos, aprovechando la moda ecoaldeana.
4- Unirse a una experiencia ecoaldeana de vida comunitaria basada en patrones típicamente piscianos, es decir, gentes encuadradas en una línea de pensamiento uniforme, dotada, en cuanto a su método de toma de decisiones, de una jerarquía piramidal, dirigida por un abad, maestro o gurú, o por una cámara de iniciados veteranos, como es el caso de los conventos, monasterios, iglesias, logias o sectas.
5- Unirse a una experiencia de transformación social del campo que parte de esquemas filantrópicos, paternalistas o proteccionistas, en la que la comunidad no fue formada por las libres elecciones y los esfuerzos igualitarios de los afines, sino por personas que se acogieron a una oportunidad que les brindaba una persona o una institución que quería dirigir la transformación desde arriba y que aportaba su poder para que, los carentes de él, pudiesen mejorar su situación, siempre que se adaptasen a sus expectativas o que canalizasen sus energías dentro de un programa forzosamente obligatorio que ellos no habían elaborado.
POR LO CONTRARIO, recomendamos en lo posible una unión de personas capaces de recaudar cuotas iguales de más o menos cinco millones de pesos colombianos o dos mil Euros, que adquieran para una Fundación que facilite el desarrollo de una Comunidad Autónoma Ecoaldeana vinculada a ella, el derecho de usufructo sobre posesiones legítimas y antiguas, situadas dentro de los márgenes de Parques nacionales o regionales, fincas que ya fueron intervenidas por campesinos y que lindan con territorios donde la naturaleza autóctona aún sobrevive en su esplendor, cerca de los bosques de niebla, verdaderas fábricas de agua limpia. Lo ideal es no desplazar a los campesinos que aún están en activo, conocedores del terreno y colaboradores imprescindibles, sino comprar los derechos de poseedores que ya no viven habitualmente en sus posesiones.
En esta situación jurídica no es posible por ley la egoísta y disgregadora división en propiedades privadas, las tierras son muy económicas y amplias, y su primera destinación, por decreto es Preservación, Educación, Recreación y Regeneración Ambiental, lo cual debe figurar en primer lugar en el Estatuto de cualquier Ecoaldea Real y cumplirse como primer objetivo general, pudiendo ser los segundos el resto de los que le dan estilo.
Si esto se concreta en obras, entre las cuales las primeras deben ser dejar de dedicar esas posesiones a usos ganaderos o depredadores de la fauna y de la flora e ir transformando a la vecindad campesina circundante con la instrucción del buen ejemplo, la fraternidad cooperante, el régimen de co-posesión común e indivisa, la selectividad o el control en la recepción de miembros y visitantes de las ecoaldeas y el desarrollo de prácticas de sostenibilidad que acaben viendo más rentables que las insostenibles, el Estado estará muy agradecido de su labor, que le ahorra pagar funcionarios que la cumplan, y nunca los sacará de allí, sino que los mantendrá.
Nada sería mejor que se crearan cinturones de emprendimientos ecoaldeanos amantes de la ecología alrededor de todos los parques, para asegurar un área de amortiguación y un filtro protector que garantice su preservación.
Un reciente ejemplo de lo que estamos recomendando, fue la constitución de la ECOALDEA VILLAMAGA DE CALI, Colombia. Sus documentos estatutarios y su Manual de Convivencia son una buena guía para otras ecoaldeas en formación, pueden verse en http://www.villamaga.blogspot.com
La primera tierra a la que llegaron los Villamagos era propiedad de una persona que convidava "generosamente" a todo el mundo a que viniese a vivir en ella como ecoaldeanos. PERO durante el primer año y medio pocos se quedaron, porque el dueño mantenía su control, no tenía un proyecto claro con un pacto escrito, y el hombre no dejaba de pensar que sus herederos heredarían las mejoras que realizaran sus "convidados".
Se planteó entonces con él la negociación de un proyecto en el que vendía el terreno a una Fundación que facilitaba en él, en régimen igualitario, el asentamiento de 18 cuotistas, siendo él uno más, y hasta se le nombró Presidente de la primera Junta Directiva Provisional.de la Ecoaldea.
Se reunió el dinero de las cuotas en un tiempo récord, mes y medio después de haberse expuesto el proyecto, y después de haberse estado mejorando su terreno con mucho trabajo comunitario. Pero entonces el dueño-presidente presentó en la primera reunión de Junta Directiva una solicitud de reforma del Estatuto que se había negociado con él antes de la convocatoria a los posibles cuotistas, pretendiendo que sus hijos, que jamás se habían interesado por el proyecto, no deberían tener que pasar por el procedimiento democrático de admisión. En la segunda reunión, se negó a vender, porque perdía su control, alegando que "todavía no existía una verdadera Comunidad" (naturalmente el tipo de Comunidad que respondía a sus antiguos parámetros personales), desconociendo que los cuotistas ya habían comprometido su capital y su trabajo y que una Comunidad es un proceso que se va haciendo en el tiempo.
La Comunidad, que sí existía, porque una Comunidad es un espíritu y un propósito común de personas libres y diversas, haya o no haya una tierra sobre el que asentarse, decidió renunciar a los trabajos realizados, retirarse de allí y emplear el dinero reunido en la cuenta de la Fundación, en otra tierra vecina en la que pudiesen autogobernarse democráticamente y escoger ellos mismos su destino, visión, misión y estilo, sin las imposiciones de ningún fundador.
Manuel Castelin, RED LATINA DE INTERCAMBIO SOLIDARIO.
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